pennyenaccion.comLos términos fácil y difícil aparecen frecuentemente en nuestro lenguaje. Consideramos fácil normalmente aquello que es sencillo, y difícil aquello que necesita cierta habilidad, trabajo y esfuerzo.
Pero… ¿qué ocurriría si nos planteásemos los términos de forma diferente y les aplicásemos unas definiciones de acuerdo a nuestro conocimiento y habilidades? Pues bien, esto es justo lo que vamos a hacer, de esta manera podemos ampliar nuestra perspectiva y utilizarlos de acuerdo a ésta, y enfrentarnos a una realidad desde una definición, diferente.
Fácil significa que sabemos cómo hacer algo (= lo sé hacer), y, cuando es difícil, significa que aún no lo hemos aprendido (= no lo sé hacer). Los seres humanos aprendemos con la experiencia, así que por mucho que nos digan o nos expliquen no tendremos un conocimiento completo hasta que nos pongamos con las manos en la masa.
Por ejemplo, si queremos esquiar podremos recabar información en libros, videos, programas específicos para principiantes, pero hasta que no nos encontremos en una montaña con nieve intentando mantener el equilibrio y deslizándonos, nunca podremos realmente aprender a esquiar.
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